El tercer álbum de MOOCH nos invita a visitar un particular universo sonoro lleno de matices y alicientes que absorben la atención del oyente haciéndole partícipe de su cautivador relato sonoro. Blues y psicodelia vintage con elementos más propios de bandas desérticas. Esta nueva música de la banda canadiense se centra en armonías vocales de tres piezas, sobregrabaciones y secciones de percusión dinámica. ‘VISIONS’ atraviesa los reinos del rock psicodélico, el grunge, el folk y el rock progresivo e incluye influencias mesoamericanas, lo que lo convierte en su álbum más diverso hasta la fecha. El álbum proporciona una experiencia comunitaria en esta odisea musical que resulta a la vez reflexiva y progresista. Toda una paleta multicolor de sonidos vintage con el blues y la psicodelia como referente y en la que cualquier amante de THE DOORS podrá encontrar un suculento bocado. Pero no solo eso, ya que MOOCH, con su intricada musicalidad, energía y su groovy pegadizo, son capaces que recrear espacios más propios de QUEENS OF THE STONE AGE, sumergirnos en los ritmos tropicales de artistas como Santana, o deleitarnos con bellas melodías acústicas, así como impregnarnos de aromas sureños mas propios de bandas como Alman Brothers. Pero que esto no te confunda, porque los riffs pesados están muy presentes en un álbum soberbio que no te dejará indiferente. El carácter chamánico que aportan a sus cautivadoras canciones evoca el legado del Rey Lagarto como punto culminante y fundamental a su creatividad. Un ejercicio ideal para expandir la mente del oyente llevándole en volandas a un viaje iniciático a la psicodelia meditativa más atrayente. «VISIONS» imagina un futuro mejor impulsado por la búsqueda incesante de la felicidad. Rock y psicodelia vintage ejecutada con elementos contemporáneos pero manteniendo la esencia del rock mas auténtico nacido en la gloriosa década de los 70’s.
El álbum fue grabado por Jordan Barillaro en Tonebender Studio y Jared Matthews en Soundbagger Studio, mezclado por Jared Matthews y masterizado por Richard Addison en Trillium Sound Mastering Studio, asegurando que cada nota resuene con la claridad y profundidad que exige la música.
A ritmo de heavy-blues ‘Hangtime’ nos sitúa de inmediato en los albores de los 70’s con su sonido honesto y primitivo. Profundizando en las ansiedades de la incertidumbre la pista ácida y divertida envuelve al oyente en un auténtico entorno vintage en el que las vibraciones doorsianas afloran sutilmente. Guitarras asesinas, una voz grave y con carisma y un ritmo trepidante son las armas de esta fascinante canción. ¡Qué forma de empezar!
Tras el frenesí retro de la canción de apertura, el blues psicodélico de ‘Morning prayer’ nos sume en un trance narcótico con sus suaves pasajes empapados en humo cannabico. Su lento ritmo y sus magnéticos pasajes ácidos se elevan majestuosos con golpes de hard-rock crudo. Una montaña rusa con el wah wah aportando el groovy. Su pulsante y cautivadora línea de bajo marca gran parte de una pista oscilante. Otra pista vintage en la que no faltan sofisticados pasajes mas propios de Allman Brothers en una conversión progresiva. La canción a pesar de su sencillez cuenta con unos magníficos arreglos que elevan su poder.
En modo acústico y desarrollándose en un escenario folk, ‘Intention’ sube la apuesta con momentos oscuros acompañados de voces femeninas dando un giro al guion. Los bellos acordes y un groovy suave pero incisivo hacen de la canción todo un bálsamo para el oyente. La canción advierte sobre los peligros del poder desenfrenado
‘New door’ nos saca del trance con gruesos y difusos riffs. Dotando la canción de pesadez, la banda combina elementos de los 70’s con golpes de Stoner contemporáneo en una nueva revisión doorsiana llena de alicientes. Ritmos oscilantes y un flujo constante van impulsando la canción a contrapuestos estados. Rockera en su apertura, chamánica en su parte central con una nueva emulación del Rey Lagarto, y en un nuevo giro argumental la psicodelia se empapa de ritmos latinos en pura línea Santana. ¿Se puede pedir mas en una sola canción? Impresionante.
En este caleidoscopio sonoro que es ‘VISIONS’, ‘Together’ sube la puesta con un sonido heavy-psych y un nítido aroma a 70’s. Un claro ejemplo que los canadienses saben como cambiar el registro sin ofender a ninguna de sus referencias musicales. Pesada y nebulosa, la canción cuenta con vibrantes ritmos y melodías que serpentean constantemente ofreciendo al oyente una visión diferente de su creatividad. Estos chicos saben como mantener al oyente atento siempre, y así en su parte central retoman esos paisajes psicodélicos en los que la calma magnética aparece para darnos un respiro. En esta ocasión con coros más propios de la generación beat, y vientos lisérgicos.
‘Vision’ es otra canción oscura marcada por el registro vocal grave con inclinaciones Morrisianas. Su tempo pausado, los coros y la magnética línea de bajo van poco a poco golpeando nuestras neuronas hasta situarnos en esos entornos psicodélicos que tan bien saben recrear estos chicos.
Entre nebulosas cannabicas ‘You wouldn’t know’ se desarrolla en una espacio oscuro y enigmático que se eleva lentamente con poderosos riffs difusos. Con el blues en sus genes, la pista vuelve a recurrir a acordes acústicos para colorear su espacio psicodélico. Con esa facilidad creativa, la parsimoniosa pista, se colorea de solos ácidos en sus momentos mas pausados, en contraste con ese ritmo más grueso y turbio, en un segundo plano.
En álbum cierra con la meditativa ‘Reflections’. Un nombre apropiado que pone banda sonora a la reflexión final sobre el resto de canciones con un tono casi eclesiástico prescindiendo de las voces.